La Reina Sofía ha inaugurado en Burgos el Museo de la Evolución Humana, acompañada del presidente de la Comunidad, Juan Vicente Herrera; el arquitecto del proyecto, Juan Navarro Baldeweg, y el alcalde de Burgos, Juan Carlos Aparicio. Su Majestad realizó una visita de una hora y media por el Museo, y mostró especial interés por los fósiles y reproducciones expuestas.
El presidente de la Comunidad y el alcalde de Burgos recibieron a Su Majestad, que entró en el Museo por la misma puerta por la que, desde mañana, lo harán los visitantes. Sonriente y sorprendida, Doña Sofía esbozó un “es precioso”, mientras contemplaba el techo del espacio.
Después de saludar al arquitecto del Museo y a los codirectores de los yacimientos, Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez, y al padre de los yacimientos, Emiliano Aguirre; la Reina inicio el recorrido, que dio comienzo en la planta –1 dedicada íntegramente a los yacimientos de Atapuerca.
Parte del equipo
“Me siento parte del equipo”, apuntó Doña Sofía a los codirectores, mientras visitaba una de las recreaciones de los yacimientos. Al parecer, Su Majestad se mostró gratamente sorprendida y muy entusiasmada con las piezas expuestas, algunas de las cuales pudo contemplar por primera vez.
Amante y estudiosa de la arqueología, la Reina se detuvo en cada uno de los fósiles y restos que se exponen en el MEH. De este modo, pudo ver el cráneo número 5, conocido como Miguelón, y el resto de los más de 200 fósiles que integran la muestra. Interesada por las piezas, no dudó en preguntar a los codirectores todas las dudas que se le plantearon, según apuntaron en declaraciones a los periodistas los encargados de responder a las cuestiones, los propios codirectores.
Hubo tiempo de contemplar y de comentar. Uno de los momentos en los que la Reina estuvo más comunicativa fue cuando pasó por los paneles en los que se muestra la trascendencia mediática de Atapuerca. Su Majestad se detuvo en la foto que inmortalizó la entrega de los Premio Príncipe de Asturias 1997, en la que ella misma acompañó a los actuales codirectores.
Emiliano Aguirre, la primera personas que creyó y lucho por dar a conocer la Sierra de Atapuerca, fue una de las personas que más habló con su majestad, quien no perdió la atención en todo el recorrido.
Atenta y sorprendida
Uno de los rincones del Museo en los que más tiempo se detuvo Doña Sofía fue en la plaza de los Homínidos en la que se recrean todas las especies que han precedido a la especie humana desde el Austrolopitecus Lucy. Fue allí donde Su Majestad preguntó por la existencia y el nombre de alguno de estos homínidos, que se encuentran perfectamente reproducidos.
Programada para una hora, la visita se alargó porque la Reina no quiso perder detalle de ninguna sala. También pasó por el barco Beagle, que reproduce la nave en la que Darwin escribió ‘La Teoría de las Especies’ y un enorme cerebro que explica las conexiones de nuestro sistema cerebral.
Para finalizar, Su Majestad descubrió la placa que recordará a futuras generaciones y visitantes que el 11 de julio de 2010, ella misma inauguró el primer museo del mundo dedicado en exclusiva de la Evolución Humana.