El Cabildo sí tiene los deberes hechos en la protección contra el fuego de uno de sus espacios más valiosos: el Archivo Capitular, cuyo documento más antiguo data del siglo XII. Hace algo más de una década se llevó a cabo una fuerte inversión económica para dotar al archivo del sistema más puntero y eficaz en materia de extinción de incendios. Todas las estancias del archivo cuentan una red de conducciones y grifos difusores, conectados a unos grandes tanques de combinación de gases. Esta solución trabaja reduciendo la concentración de oxígeno hasta crear las condiciones óptimas para apagar el fuego. Salas con las ventanas tapadas para evitar el fuerte impacto del gas al salir. La protección de todos los bienes y documentos históricos almacenados en el Archivo Capitular se completa con diferentes tipos de sensores y alarmas para detectar cualquier problema lo antes posible.