El acoso escolar no desaparece durante el verano. Aunque las aulas estén vacías, el acoso puede continuar a través de plataformas digitales o en entornos como campamentos o actividades de verano. Por eso, es importante que los padres y madres estén atentos a cualquier cambio en el comportamiento de los pequeños para poder así, tomar medidas que permitan prevenirlo y, sobre todo, frenarlo.