El oso, dicen los ganaderos, ya no tiene miedo a nada. Se está metiendo en el núcleo urbano de algunos pueblos de la comarca de Laciana. En Caboalles de Abajo atacó hasta en cuatro ocasiones una cabaña ganadera. Arrancó puertas, ventanas y hasta parte del tejado para entrar y matar a los animales. Dicen los ganaderos que son comportamientos nunca antes vistos, que el oso se está volviendo agresivo y piden más protección.