La Junta de Castilla y León, dentro de su política de ‘Cero aguas sin depurar’, colabora con diputaciones y ayuntamientos para implantar sistemas de depuración de aguas residuales en municipios de menos de 2 000 habitantes equivalentes. Es el caso de Mozárbez, que, aunque tiene menos de 600 vecinos, supera los 1.000 habitantes equivalentes debido a la presencia de actividad industrial, que estrena depuradora.