Tras cinco días de encierro, el cansancio empieza a hacer mella en los mineros del Pozo de las Cuevas. Para evitarlo, familiares y vecinos del norte de Palencia se han concentrado a las puertas de la mina en señal de apoyo.

Al término de esta concentración se la leído una carta escrita por los mineros. Reproches y peticiones al Gobierno para que defienda el carbón español. Pero ante todo, agradecimiento a la sociedad por su apoyo y a los familiares por la paciencia.

Por problemas de salud, uno de los mineros ha tenido que abandonar el encierro, pero no a sus compañeros. Permanecerá a la entrada de la mina para ayudarles y continuar, de manera simbólica, con su encierro.

Pasan las horas y los mineros encerrados se sienten olvidados por administraciones y sindicatos, pero arropados por toda la sociedad.