La ola de calor remite y se traslada hacia el este de la península. Incluso la lluvia amenaza con volver. Aún así, hay 25 provincias en alerta.
El calor sigue haciéndonos sudar, pero menos. Sobre todo, a quienes viven en la mitad noroeste del país.
Más aliviados respiran también en Extremadura y en el litoral andaluz, golpeados días atrás por la ola de calor, que sigue dejando temperaturas extremas en el centro y este del país.
En la Ribera del Ebro, padecen la alerta naranja, igual que en las Islas Canarias, donde fácilmente van a alcanzar los 38 grados, gracias a una masa de aire caliente.
Pero los termómetros nos dan un respiro los próximos días. Y los paraguas volverán a tomar las calles de Galicia, Asturias, Cantabria…y también en Castilla y León.
Los chubascos permitirán refrescar el ambiente. Además las temperaturas serán algo más bajas aunque en todo caso, veraniegas, y más acordes con lo que suele ser la segunda quincena de julio, con 36 grados en el sur y en torno a los 30 en el norte.
El termómetro subirá a partir del viernes, asi que es previsible que playas y piscinas vuelvan a estar llenas el próximo fin de semana. Aún así, no se asuste si en el norte cantábrico cae algún chubasco.