Sólo faltan horas para que los mineros vean la luz del sol. La máquina está punto de romper el techo que les cubre tras más de dos meses de cautiverio. La cuenta atrás ha comenzado. Apenas faltan unos pocos metros de tierra que perforar para llegar hasta los mineros.
Los técnicos lo confirman en todos los idiomas a la prensa ávida de novedades. Todo tiene que estar preparado para la salida. Hasta allí, han llegado también las casetas que aportarán algo de intimidad al esperado reencuentro con las familias.
Las canciones del día se apagan cuando cae el sol. La noche es larga en la mina San José. Los familiares de los mineros aguardan pacientemente la espera. Y aunque no pueden dormir, sueñan con el día en el que poder abrazar a sus hermanos, padres y esposos.
Después de 32 años de matrimonio civil, a Jessica, su marido le ha prometido boda por la Iglesia. Es sólo una de las 33 historias que aguardan bajo tierra. Franklin sueña con volver a tocar la pelota como hacía en la selección con Iván Zamorano. Samuel ha recuperado la fe. Victor quiere publicar un libro y Darío reconciliarse con su hija.
Ya queda menos para que se hagan realidad. Eso sí, el rescate será complejo y pueden pasar varios días hasta sacarlos a todos.