La llegada del verano supone hacer malabares para poder conciliar la vida familiar. Por eso, una opción muy demandada en esta época del año son los campamentos. En la residencia de mayores AMAVIR de Valladolid han puesto en marcha uno muy particular. Es intergeneracional. A través de diferentes actividades los ancianos y los niños disfrutan del tiempo juntos.
Durante una semana, los niños serán uno más en esta residencia de ancianos de Valladolid. "Estoy contentísima. Estoy deseando venir. Llego sobre las 11 y ya veo a los niños y los niños me están esperando", declara Ana María Domínguez, residente del Centro de Día de AMAVIR Valladolid. Además, ella cuenta con la compañía de su nieto, David, que no se separa de ella: "Lo que más me gusta de estar con mi abuela es que la puedo abrazar", confiesa el pequeño de 5 años.
Otros niños son participantes de este campamento porque sus padres trabajan en la residencia, es el caso de Emma, su madre Loli es auxiliar de enfermería: "Es una posibilidad muy buena, sobre todo para nosotros, de enseñarles qué es lo que realmente hacemos aquí. Y también estar aquí conmigo y compartir conmigo ciertos momentos, pues estoy encantada", declara. Se trata de una forma en la que los niños y los mayores pasan más tiempo juntos. Hoy, además, han tenido la compañía de Mila, una perrita.
En estos campamentos los niños les enseñan a los mayores todo lo que han aprendido y ellos no pierden detalle. A través de actividades aptas para todas las edades, los participantes disfrutan de estos campamentos de verano tan singulares.
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