Trabajan de forma incansable…pero hoy las máquinas han parado en recuerdo de las víctimas. Un minuto de silencio que también se ha guardado en un centro de evacuados.
El Gobierno trata de dar respuesta, sumergido en una grave crisis política. La catástrofe nuclear que se originó en Fukhusima tras el tsunami le ha pasado factura. Un grupo de héroes, trabajadores de la central, intentan día y noche, retomar el control pero no ha podido evitar el vertido al mar de toneladas de agua radioactiva.
Los niveles de contaminación son tan altos que se ha decidido aumentar el radio de evacuación en torno a la nuclear.
El riesgo de accidente nuclear, aunque menor, se ha extendido a otras centrales así que los japoneses se enfrentan día a día al desastre.
Pero la vida sigue y el pueblo japonés intenta olvidar una de las mayores catástrofes de su historia.