La sesión de control al Gobierno de los miércoles se ha medido, una vez más, en términos económicos.
Para el Partido Popular, el Ejecutivo actúa a golpe de contradicción. Mariano Rajoy, muy duro con José Luis Rodríguez Zapatero, le ha dicho que "no tiene arreglo posible" y le ha acusado "de llevar a España a una tasa de paro el doble de la de la Unión Europea".
Sin embargo, para el presidente del Gobierno procede de acuerdo con las circunstancias cambiantes de la crisis. "La economía no permanece quieta, no como algún líder político quieto que no hace nada" le ha echado en cara al líder de los populares.
El PP también ha llevado al Congreso los problemas de los trabajadores autónomos.
Para Soraya Sáenz de Santamaría el Gobierno es su principal peligro porque les ha subido la factura de la luz y el combustible, al mismo tiempo que "les ha bajado la moral".
Acusaciones que ha rechazado el vicepresidente primero del Gobierno, que ha argumentado que los autónomos son un colectivo clave para los que se han puesto en marcha medidas.
La portavoz del PP le ha echado en cara que el Gobierno no acepte la propuesta de su partido para que los autónomos paguen el IVA cuando lo cobren. Y al final, uno y otro han acabado hablando de los escándalos que salpican a sus formaciones.