Cruz Roja ha puesto en marcha una campaña preventiva para hacer frente a las altas temperaturas. A través de una llamada, los voluntarios contactan con usuarios para informarles de las medidas que deben tomar para intentar afrontar de la mejor manera posible los efectos del calor.

Todo comienza con una llamada. Emiliano habla con Ana, usuaria de Cruz Roja desde hace años, para recordarle que debe tener mucho cuidado si sale a la calle con estas temperaturas tan altas. "Hay que recordárselo a la gente porque cuando nos hacemos mayores tenemos una sensación de sed menor que cuando somos más jóvenes", declara el voluntario.

Son consejos muy útiles que Ana ya está habituada a escuchar: "Lo que me dice, yo ya lo hago, aunque no me lo hubiese dicho él, porque como le digo a él, tengo un hijo que es muy pesado con este tema", confiesa. Y es que con estas llamadas los voluntarios también se convierten en un familiar más. Se preocupan por sus usuarios más mayores. Entablan una relación con ellos: "Hay gente ya muy familiarizada con los voluntarios y cuando me llaman incluso nos preguntamos por cuestiones familiares, qué tal está la familia, cómo vamos pasando el verano", afirma Emiliano Calzada.

Aunque nunca se hayan visto en persona, se conocen gracias a estas conversaciones: "Emiliano me llama los viernes porque yo suelo llevar una agenda donde apunto todas mis cosas y, entre ellas, una es las llamadas que me hacen desde Cruz Roja", cuenta Ana Sotos.

Los voluntarios no solo hablan con los usuarios para aconsejarles durante la campaña veraniega. Con estas conversaciones telefónicas también combaten la soledad que sufren muchos de nuestros mayores.

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