La Policía Municipal vigila que los autobuses escolares cumplan la normativa. Son revisiones que se hacen de forma periódica para garantizar la seguridad de todos los jóvenes que utilizan este transporte cada día para ir al colegio.
La mañana de Antonio, Policía Municipal de Valladolid, comenzaba así: " Hola, muy buenos días. Revisión de transporte. Vamos a hacer la campaña de la DGT de transporte escolar de menores, si me permites el permiso de conducir y el CAP"
Lo primero que hace al subirse al autobús es revisar que toda la documentación esté en orden. Después comprueba que el conductor cumpla con los tiempos de descanso revisando el tacógrafo: "Que cumpla los tiempos de descanso diario para la conducción", asegura el agente.
Además, debe asegurar que el chófer no conduce bajo los efectos del alcohol o las drogas. "Su tasa de alcohol es 0,15. La tasa de drogas, no hay una tasa como tal, solamente es el hecho de que esa droga esté en el organismo", confirma.
Después comienza a realizar otro control, esta vez, técnico. Debe constatar que los cinturones y las herramientas que se usarían en caso de emergencia funcionan correctamente. "Lo más importante para nosotros es el tema de las puertas y lo que son las salidas de emergencia. En el caso de que hubiera un siniestro, que esos sistemas funcionen correctamente para poder evacuar a los niños", sostiene Antonio Moro.
Una vez acabada la revisión, el conductor del autobús puede seguir con su ruta. Por el momento, está siendo una campaña tranquila para los agentes.
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