Los antibióticos para erradicar una bacteria estomacal dañaron la microbiota de Marta, provocando este efecto en su organismo. Su abdomen comenzó a inflamarse, las molestias intestinales eran continuas y comer se convirtió en una tarea complicada.
Después de someterse a varios exámenes médicos, su diagnóstico determinó que padecía SIBO, una enfermedad que provoca que haya un sobrecrecimiento de bacterias dentro del intestino delgado, lugar en el que no debería haberlas, según exponen expertos como el doctor Daniel de Luis Román, miembro del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital Clínico Valladolid.
Según nos cuenta la doctora Alicia Alonso, alergóloga del Grupo Recoletas, la prueba específica para diagnosticar esta afección consiste en un análisis del aliento. Los pacientes deben tomar un sobre con un azúcar determinado y después soplar cada 30 minutos en unos tubos. Así, los doctores pueden ver una curva y con ella son capaces de interpretar en qué parte del aparato digestivo hay bacterias.
Desde aquel momento, hace ya más de 2 años, Marta ha tenido que aprender a convivir con esta enfermedad y combinar un buen estilo de vida con un tratamiento basado en antibióticos de farmacia. Ahora se encuentra mucho mejor, pero afirma que está siendo un proceso difícil, lleno de altibajos. Las revisiones médicas se han convertido en algo rutinario.
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